TECNOVA analiza los números de la agroindustria en 2021

Agroindustria y comercialización constituyen un binomio mutuamente beneficioso y necesario para el posicionamiento y evolución del ecosistema agrícola almeriense. Es por ello que, un año más, el Centro Tecnológico Tecnova y Cajamar han colaborado para aunar industria y comercialización bajo el mismo paraguas y presentar los datos más significativos de la campaña en 2021.

El balance obtenido es muy alentador desde el punto de vista de la agroindustria en cuanto a evolución del sector -tanto en facturación, como en empleos-  así como en concienciación sobre las tasas de empleo cualificado, cultura de I+D+i y sostenibilidad.

El Tecnómetro 2021 -realizado por el Centro Tecnológico Tecnova- ha destacado un acusado incremento de la facturación en actividades como “Nutrición Vegetal y Fitosanitarios”, “Producción Integrada”, “Semilleros” y “Servicios Avanzados”, acompañando una tendencia generalizada de crecimiento en el resto de subsectores. Este hecho ha contribuido especialmente a que la facturación de la agroindustria almeriense ascienda a la cifra de 1.311 millones de euros, lo que supone un 10,1 % de incremento con respecto a 2020.

La perspectiva internacional sitúa en un 61,9 % el perfil exportador de las empresas, que concentran su actividad en Latinoamérica (33,8 %) y Marruecos (28,6 %), mayoritariamente. Esta actividad internacional se estima en un 29,4% de la facturación de las empresas exportadoras y localiza su competencia prioritariamente en Países Bajos (24,0 %), Italia (15,4 %), Israel (15,4 %), Francia (13,5 %) y Turquía (11,5 %), entre otros destinos.

Si bien la agroindustria almeriense se constituye predominantemente por pequeñas empresas, se evidencia un crecimiento tanto en los empleos por empresa como en los volúmenes de facturación, lo que ha contribuido al aumento de tamaño, pudiendo considerarse casi mediana empresa.  En declaraciones de Mari Carmen Galera, Directora General de Tecnova: “La agroindustria almeriense es un sector consolidado e innovador que apuesta por la internacionalización pero que tiene que ir adaptándose a las necesidades que demanda el mercado ya que se están produciendo cambios importantes en el marco global, donde cada vez hay más ofertantes y la agroindustria almeriense no debería quedarse fuera”. “Tenemos la capacidad y la experiencia para competir en los principales mercados, sabemos adaptarnos, pero si queremos posicionar en el mundo la agroindustria almeriense, debemos unirnos y hacerlo creando la marca España a nivel agroindustrial con el resto de empresas nacionales y ser un referente internacional competitivo que apuesta por la innovación constante, la sostenibilidad y la digitalización”.

El crecimiento de la industria tiene su reflejo en el mercado laboral, el cual ha visto incrementado el nivel de empleo en un 5,8 % con respecto a 2020. La tasa de empleo cualificado se ha estimado en un 55,7 % de la masa laboral, según la muestra analizada.

Una tasa elevada de empleo cualificado favorece la profesionalización de la industria y una mayor concienciación hacia las actividades de I+D+i. En este ámbito, el 74,6 % de las empresas afirman realizar I+D+i, el propósito de estos esfuerzos se destina a: desarrollo de productos (42,6 %), mejora de procesos (29,7 %), mejoras organizativas (16,8 %) o marketing (10,9 %).

En palabras de la Directora General de Tecnova, Mari Carmen Galera: “La industria avanza al ritmo que lo hace la incorporación del talento. Nos encontramos actualmente con el reto de captar y retenerlo ya que son los que tienen que empezar a dibujar el futuro que queremos aportando ideas innovadoras y soluciones a una industria cada vez más dinámica y competitiva”.

Por último, la cultura ambiental está estratégica e innegablemente ligada a la agroindustria, por lo que se han tenido en cuenta las prácticas eco-innovadoras durante 2021, en las que la gran mayoría de empresas están actuando, ya sea minimizando daños ambientales (87,3 %) o reciclando y reutilizando materiales del proceso productivo (88,9 %). Aun cuando muchas empresas aún no son capaces de cuantificar los esfuerzos destinados a estas actividades, sí que se obtiene una valoración estimada del gasto en eco-innovación del 4,5 %, lo que reafirma la inherente relación de la agricultura y la eco-innovación.